LA HISTORIA DE MI VIDA
Morroa,
Sucre, Colombia viernes 21 julio de 2006
Doy gracias a mi Padre Dios por
el llegar a este tiempo, desde mi niñez fui frágil, sufría sin ponerle
problemas a mi madre, ni niñez fue tejer, el trabajo siempre en mis manos pero
con amor, porque no tenía un familiar que me diera la mano pero clamé a Dios y Él
me dio el valor y el ánimo para el trabajo, sonó en mi mente su ayuda una
mañana, eran las cinco de la mañana, a la edad de cinco años entró en mi
persona sonando el trabajo y prendí una lamparilla de kerosene y tomé la escoba
para barrer, mi abuela me dijo: “Niña está muy oscuro para barrer” pero yo
dije: “Con la luz de lamparilla de kerosene yo veo bien” y seguí mi oficio y al
amanecer busqué el propio trabajo que aquí en este pueblo de Morroa se
trabajaba, pues yo era muy niña el más pesado que era tejer hamacas,[1]
entonces tejía fajas[2]
que era lo más sencillo para mi edad, desde allí mi vida fue en agonías para
tener ropa, zapatos; y ayudaba a mi madre en lo que pudiera, mi abuela le daba
a ella cualquier cosa y nos daba la comida, agradezco a Dios y todos los reinos
de Dios en que ella no tenía ese derecho, pero como mi padre quedó ciego joven
pues no podía trabajar por eso vivíamos aquí en este pueblo de Morroa; no teníamos
familiares no tenía ella ni yo más familiares, hubo que aceptar esta situación.
No gustaban de mi padre por lo pobre que era y mi madre la criaron en casa de
dinero pero eso no importó; al tiempo mi abuela queda en bancarrota pues ese
dolor que no había dinero, todo había liquidado y nos vino la ruina, a comer lo
que se pudiera, el dolor en pensar que vamos a comer, pues Dios nos revelaba la
buena venta de las hamacas, hasta que me llegó el mal destino con un hombre de
todos los vicios, vino el abandono pues el sufrimiento en ese entonces fue muy
duro y muy bravo hasta que corté ese camino sucio y a los siete años de separación
de la vida conyugal me sentí libre. Amén y gracias.
Autora: Elvira García Merlano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario